Amarte a ti, es la embajada de un instante en mi cerebro.
Soy fugitivo de mi mismo, mi otro yo me construyo un abismo entre el ayer y el hoy
Olvidarte, me enseñastes de todo esepto a olvidarte.
De cuantas maneras se puede destrozar un corazón y esperar de él que siga latiendo?
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
El presente es lo único que hay.